viernes, 2 de noviembre de 2012

Una pequeña anécdota

Era el 28 de marzo. Estaba caminando hacia la casa de un buen amigo, más o menos a las 5pm, la tarde ya enfriaba un poco. Yo usaba un short y mi polo chorreado de forever alone. Tenía un poco de frío. Emocionalmente tampoco era un buen día.

Paré a leer un papel pegado en un poste cuando una señora  viejita, claramente religiosa, paró a hablarme.

-Amiga, ¿sabes qué se celebra el domingo?
-Sí

-¿Eres cristiana?
 
En ese momento pensé millones de cosas -wow, realmente estos días siento que me he alejado de Dios, ¿será una señal para que reafirme mi fe en Él? ¿Estará esperando que lo niegue como Pedro? ¿Con mi vida puedo decir verdaderamente que soy cristiana? Pucha, sí amo a Dios, sí creo en Él, nunca lo negaría, esto es una señal, lo voy a decir-

La miré y respondí "sí", con una ligera sonrisa en el rostro

Me miró de nuevo y respondió, sin dudar ni un poquito:
-Entonces, la próxima vez que salgas, cúbrete más.

Mier-da. Me cagó horrible.
Qué tal señal, eh.
Le dije "ah ok" y me fui, entre riéndome, sintiéndome pava y demás.

¿Qué aprendí? Siempre va a haber algo que criticar.
No debería tomarme las cosas tan a pecho. Y no todas las cosas son señales de Dios.
Esperaba algún mensaje de salvación, algo como una nueva oportunidad, y nakever; así que si realmente quiero una señal o algo diferente, no debo buscarlo siempre afuera.

C'est tout.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Él está en ti, nunca se fue, ni lo hará, de eso estate segura :)